Un gran jugador demuestra su destreza en rondas como las de este sábado, cuando apenas le salen las cosas y ve cómo sus rivales van avanzando en su juego para aventajarle en la parte alta de la clasificación. Nos referimos a Jon Rahm (72 golpes, -8), quien después de un viernes de muchísimo nivel en el que consiguió quedarse a sólo un impacto del liderato sobre la hierba de Torrey Pines, firmó una tarjeta al par del campo en la jornada del movimiento que lo sigue manteniendo en el podio aunque, eso sí, a dos impactos de los líderes Carlos Ortiz (66 golpes, -10) y Patrick Reed (70 golpes, -10).
Patrick Reed lo volvió a hacer. Levantó y marcó la bola en el rough aludiendo que estaba empotrada
Y eso que el León de Barrika tuvo un inicio por todo lo alto en sus tres primeras banderas, con dos birdies en el 2 y en el 3 que le permitieron acceder al primer lugar del Farmers. Sin embargo, a partir de aquí sus números cambiaron por completo como así lo demuestran los bogeys en el 5 y en el 7 –acierto en el par 5 del 6 mediante-. Una transformación con respecto a las primeras banderas que se volvió a escenificar en la segunda parte del recorrido, cuando los bogeys en el 12 y en el 16 le obligaron a lograr un nuevo acierto en el 17 para evitar el positivo.
Así finalizó la vuelta del español. Un 42 por ciento de calles cogidas y un 61 por ciento de greenes en regulación que dieron como resultado cuatro aciertos y cuatro errores que lo sitúan a un par de golpes de los mejores del campeonato en estos momentos. Eso sí, no hay que dar nada por sentado a estas horas -y menos teniendo a Jon Rahm sobre la hierba de Torrey Pines-. Todo ello en un día en el que Reed volvió a dar que hablar después de ser acusado de tramposo en la disputa del hoyo 10. Aquí, tras un segundo impacto desde el bunker, Reed aludió a que su bola se había incrustado en el rough para aliviarse sin penalidad antes de la llegada del árbitro.
Algo que hubiera pasado inadvertido si no llega a ser quién es y por parecer imposible que, después de ver el vídeo del golpe repetido, la bola se hubiese quedado clavada tras el segundo bote. Veremos si esto no le acaba afectando en las próximas horas.