Las espadas están en todo lo alto tras la primera jornada del Tour Championship, último evento de los PlayOff de la FedEx Cup y punto final a la temporada 2017/2018 en el PGA Tour. Hasta once golfistas arrancarán la jornada de viernes en apenas tres golpes de distancia, con Jon Rahm (68 golpes, -2) -único español sobre la hierba de East Lake– ocupando un lugar en el Top 8 después de una vuelta algo movidita en su inicio.
Y es que el León de Barrika no se cansó de pelear contra todo y contra todos este jueves, sobreponiéndose a los reveses con los que le sometía el complejo de Atlanta y sabiendo poner la otra mejilla aunque los hierros no funcionaran todo lo bien que hubiese querido. Muestra de ello fue su primera bandera del día, en la que el segundo impacto no solo le imposibilitó gozar de una oportunidad de birdie, sino que le comprometió el par hasta tal punto que acabó cometiendo el bogey.
Pero acto seguido surgió de entre las cenizas gracias a un certero golpe en el par 3 del hoyo 2, donde estuvo muy cerca de sellar el Hoyo en Uno. Misma situación que la que vivió en el ocho y el nueve, pues al doblebogey después de enviar la bola al obstáculo de agua le siguió otro tremendo golpazo en otro par 3 para lograr el birdie y volver a colocar la cartulina al par. Los segundos nueve hoyos, eso sí, fueron mucho más tranquilos, permitiéndole sumar dos birdies más sin errores que lo colocan octavo.
Desde esta posición se queda a solo tres impactos de Rickie Fowler (65 golpes, -5) y Tiger Woods (65 golpes, -5), que sigue al alza una semana más en el mejor circuito del mundo y se ha conseguido encaramar al liderato gracias a un eagle, cuatro birdies y un solitario bogey. Números similares a los que presentó el de Murrieta, al que seis aciertos y un error le hacen tomar un chute de moral de cara a unos días que se antojan muy emocionantes.