Jon Rahm (67 golpes, -11) ha conseguido en estas pocas temporadas que lleva con la membresía del European Tour bajo el brazo algo que hacía mucho que no veíamos en un circuito –con la salvedad de Brooks Koepka en los grandes-. Y es que el León de Barrika mete miedo cada vez que sale a jugar a un torneo de la gira del viejo continente. Él es consciente de ello… y sus rivales más. Un respeto con el que el español se retroalimenta para llevar a cabo su mejor Golf y poner patas arriba cualquier torneo, tenga la vitola que tenga.
Porque lo que estamos viendo esta semana en el BMW PGA Championship no viene de nuevas. Lo hizo en Irlanda, en la final de la Race to Dubai e incluso en el Open de España del pasado año –donde, por cierto, defiende título en solo catorce días-. Puede parecer que Jon no empiece con buen pie un día –de hecho, este viernes inició su participación con dos bogeys en las dos primeras banderas-, pero su constancia y tesón es capaz de apartarlo de ese halo de negatividad que tenía antes cuando las cosas venían mal dadas y reconducirlo hasta la senda del triunfo.
Esto mismo es lo que ha sucedido esta mañana en Wentworth, donde Rahm le ha dado la vuelta a una situación que se antojaba complicada y, con cuatro birdies consecutivos, ha podido restablecer la normalidad en una cartulina que ayer había tenido pocos sobresaltos. Así, aunque erró en el par 3 del hoyo 10, los aciertos en el 12 y en el 13 y, sobre todo, el eagle en el 18 le permitieron al vasco dar un salto cualitativo hasta encaramarse a la primera plaza junto al inglés Danny Willett (65 golpes, -11).
Hasta los malos golpes de Jon Rahm se convierten en golpazos, como este en el 6 del BMW PGA Champ.
El que también ha sabido aguantar las embestidas del complejo británico ha sido Rafa Cabrera (70 golpes, -5), que se ha ido hasta el dos bajo par después de vivir también un momento de zozobra en mitad de la ronda y solucionarlo con una inmaculada segunda parte de vuelta para hacer el Top 12. Gonzalo Fernández-Castaño (73 golpes, -1), Miguel Ángel Jiménez (74 golpes, -1) y Álvaro Quirós (75 golpes, Par), todos ellos entregando una tarjeta con números en positivo, también formarán parte del fin de semana.
Algo de lo que no pueden presumir Nacho Elvira (74 golpes, +2), Pablo Larrazábal (71 golpes, +4), Adrián Otaegui (76 golpes, +4), Jorge Campillo (77 golpes, +5) y José María Olazábal (72 golpes, +6), que se despiden de la competición antes de tiempo.