Se nos acaban los elogios para definir al jovencísimo jugador de Barrika. Jon Rahm (69 golpes, -7) luchará este domingo por lograr su segunda victoria en el circuito más exigente del mundo del Golf después de haber aguantado contra viento y marea en las primeras posiciones de la tabla desde que el pasado jueves se iniciara el torneo. El deportista vizcaíno volvió a entregar otra cartulina por debajo del par del campo para presentar su candidatura a llevarse el Wells Fargo en su primera incursión en Eagle Point.
Y es que el putt, al contrario de lo que ocurrió el viernes, sí que funcionó, lo que le permitió desde bien temprano tomar una ventaja que a la postre le permitió atar en corto al sueco Alex Noren (69 golpes, -7) y al estadounidense Patrick Reed (67 golpes, -8), quienes disputarán este domingo el partido estelar del torneo. Y lo hizo como mejor sabe hacer: con un toque exquisito desde las inmediaciones de bandera.
De esta manera llegaron los tres primeros birdies, siendo el primero de ellos en el par 3 del hoyo 5 el que abrió la veda desde una distancia de unos cuatro metros. Fue el más cercano que embocó en esta primera vuelta, pues en el hoyo siguiente convirtió uno desde los siete metros y, poco después, otro desde más allá de los siete metros y medio.
El putter de Rahm echaba hubo, pero hasta aquí llegó la ventaja. Dos birdies y dos bogeys completaron una vuelta que le permitirá arrancar la última jornada desde el segundo partido del día junto al surcoreano Seung-Yul Noh (67 golpes, -6).
Pero no piensen que es el único de los tres españoles que se ha ganado el derecho a soñar con un puesto de privilegio en Wilmington. Y es que tanto Gonzalo Fernández-Castaño (68 golpes, -3) como Rafa Cabrera-Bello (73 golpes, -3) se encuentran inmersos dentro de los 20 mejores jugadores del torneo.
Y eso que el madrileño partía desde muy atrás en la tabla. Pero un vueltón con cinco birdies y solo un fallo le ha permitido escalar posiciones y situarse a solo dos golpes del Top 10, lo que sería un magnífico resultado para seguir recogiendo dólares en su intento de retener la tarjeta.
Posición que comparte con el deportista grancanario después de que éste se viniera abajo en la segunda parte de su recorrido. El isleño había logrado dos birdies sin errores antes de realizar el cruce, pero tres bogeys en sus segundos nueve hoyos –el putter le jugó una mala pasada– le impidieron seguir la estela de Rahm.