Desde luego que el domingo no fue ni el lugar ni el momento adecuado para el asalto al número 1 del mundo. Y es que a pesar de un ilusionante inicio durante los primeros 36 hoyos en el Farmers Insurance Open, un aciago fin de semana ha alejado a Jon Rahm (77 golpes, -2) de uno de los grandes objetivos con los viajó esta pasada semana a San Diego: formar parte del exclusivo club de españoles que ha conseguido instalarse en algún momento como mejor jugador del globo terráqueo -hasta el momento solo lo ha logrado Seve Ballesteros-.
Si los dos primeros días sobre Torrey Pines fueron prácticamente todo alabanzas, en estos dos postreros es difícil incluso para el propio Rahm sacar algo positivo. Ni sus golpes desde el tee contaban con la misma fe, ni los hierros los pegaba con la misma confianza.. ¡ni tan siquiera los putts los tiraba convencido de sus posibilidades! El doblebogey cometido en el 18 en la jornada del movimiento después de irse al agua le hizo mucho daño. Y a las pruebas nos remitimos.
El vizcaíno vivió un día para olvidar en el mismo escenario donde hace doce meses se coronó como una de las grandes promesas del Golf. Hasta siete bogeys cometió el joven jugador de Barrika por solo dos aciertos, lo que provocó que de pelear por el triunfo terminara más cerca del Top 50 que del Top 10. Eso por no hablar de las estadísticas, que presentaron unos datos muy flojos en relación al apartado de putts.
Pero no hay tiempo para lamentarse, pues en nada volverá a la acción para seguir preparando su participación para el Masters. Así como Tiger Woods (72 golpes, -3), quien se ha despedido del torneo de su regreso con unas magníficas sensaciones después de finalizar entre los 23 mejores gracias a cuatro días en los que huyó de los guarismos en positivo. El californiano está de vuelta y de agarrar el tono podríamos estar ante una de las grandes noticias de este 2018.
Pero la verdadera noticia la tuvimos en lo alto de la clasificación, donde seguimos sin conocer al ganador después de que Jason Day (70 golpes, -10), Alex Noren (73 golpes, -10) y Ryan Palmer (72 golpes, -10) empataran a todo después de los 72 hoyos y se citaran en la muerte súbita. Sin embargo, al contrario de lo que ocurrió hace cinco días con Rahm, esta vez no pudo completarse el evento. Y eso que Palmer se quitó pronto de enmedio después de no haber podido igualar el birdie en el 18 del sueco y el australiano. Cuatro banderas después todo sigue igual y al final se decidió posponer el duelo hasta primera hora del lunes, de donde saldrá un ganador.