Torrey Pines intentó tumbarle, pero ni por esas pudo doblegar a un jugador que en estos momentos se encuentra no solo a un nivel de juego espectacular, sino también con una confianza superlativa. ¿Cómo explicar si no que sin tener un buen día en los greenes haya conseguido salvar la papeleta hasta colocarse en la cuarta plaza tras la finalización de la primera jornada en el Farmers Insurance Open? Efectivamente, hablamos de Jon Rahm (68 golpes, -4), que ha empezado como un tiro la defensa del título logrado el pasado año -y dicho sea de paso su ascenso al número 1 del mundo-.
El León de Barrika enseñó los dientes desde el principio en el complejo de San Diego y pronto llegaron las alegrías. Fue en el hoyo 2 del campo sur cuando, tras un approach espectacular, se dejó un putt de tres metros para comenzar desde bien temprano a restarle golpes al campo. Dicho y hecho. El vizcaíno convirtió la oportunidad y empezó a enfilar un camino hacia la parte alta que ni siquiera pudo coartar el bogey del 5. Birdies al 6 y al 10 y el español que preparó el terreno para el fin de fiesta.
Porque aunque el bogey del 12 hizo daño -marró un putt de poco más de un metro para hacer el par- se recuperó a las mil maravillas con tres birdies más en el 13, el 14 y el 16 para meterse directamente en el Top 4, a solo tres impactos del estadounidense Tony Finau (65 golpes, -7), quien domina el evento tras el primer paso por Casa Club. Así, Jon prepara el terreno para la ronda del viernes, en la que intentará acercarse al bombardero norteamericano.
Y hablando de bombarderos, no se nos puede pasar por alto comentar el digno papel de Tiger Woods (72 golpes, Par) que, pese a no pasar un buen día en las inmediaciones de bandera, su gran papel con los hierros le posibilitó terminar el día al par del campo, a solo un golpe del corte y con la esperanza de verle en esta segunda jornada sellando el billete al fin de semana.