Con el último evento disputado entre Phil Mickelson y Tiger Woods muchas televisiones se dieron cuenta del enorme potencial que tenía dotar a los jugadores de un micrófono para que los espectadores pudieran seguir desde casa las decisiones que estos iban tomando en todo momento. Es decir, una especie de lo que llevaron a cabo en el European Tour con las entrevistas a pie de campo pero bastante más intrusivo. De hecho, desde que la CBS dio a conocer este pasado lunes que se estaba trabajando para que esto se pudiera llevar a cabo en un futuro próximo, son muchos los que han mostrado sus reticencias.
Es el caso de Justin Thomas, que fue uno de los primeros en ser preguntados esta semana en la visita que el norteamericano hará al Colonial: “¿Un micrófono? Para nada. Dejaría de ser quien soy. Sin que nadie se ofenda, lo que yo hable con Jimmy o con los jugadores con los que me toque jugar no son asunto de nadie más que de mí”, comenzó afirmando el actual número 4 del planeta, que expresó su malestar porque tener un micrófono delante le impide ser como realmente es.
“Ya me pasa en el tee, con los micros de ambiente tan de cerca. Siento en todo momento que lo tengo ahí y que se puede escuchar cualquier cosa. No puedo decir algunas cosas que suelo decir. No quiero ser borde, pero si quiero que algo de lo que dije se sepa lo haré en una rueda de prensa, en una entrevista o en mis redes sociales”, argumentó. Un punto de vista que comparte al cien por cien Jon Rahm. “Creo que la gente espera que hablemos de cosas más interesantes de lo que realmente hacemos. No creo que sea tan entretenido como la gente puede pensar”, añadió.
Además, todo esto no le iría nada bien a alguien propenso a usar tacos cuando las cosas no están yendo como espera. “Egoístamente no me gustaría. Sé cómo soy en el campo. Las televisiones tendrían que tener un retraso de 20 ó 30 segundos. Pero no soy el único. He perdido la cuenta de golfistas que juran o maldicen. No creo que sea bueno”, sentenció el León de Barrika, que se muestra resignado si finalmente se lleva a cabo la medida. “Si alguien decide hacerlo y a la gente le gusta, adelante”.