Se nos acaban los adjetivos para definir al genial golifsta español, que puede estar a horas de escribir otra pagina dorada en su corta carrera. Y es que, como ya adelantamos en la previa, en el caso de que consiga finalizar entre los seis primeros en el CareerBuilder Challenge adelantaría a Jordan Spieth para convertirse en el número 2 del mundo. Y, de momento, todo va a pedir de boca después de un vueltón con mayúsculas en su segunda incursión en el PGA Tour en este 2018.
Sobre la hierba de La Quinta CC -cabe recordar que este evento se disputa al amparo de este campo, del Nicklaus Tournament Course y del Stadium Course-, el vizcaíno ha dado una exhibición con todos los palos de su bolsa lo que, unido a una estrategia que ha conseguido plasmar de principio a fin, le ha permitido acumular unos números de aúpa tras sus primeros 18 hoyos en terreno californiano que le permiten dominar el torneo con una suficiencia arrolladora.
Diez bajo par es lo que muestra el León de Barrika -el único que ha conseguido llegar a estas alturas a los dobles dígitos en negativo– con una serie que incluye un eagle, ocho birdies y ni un solo error. Como dice el refrán lo que bien empieza, bien acaba. Y esta vez no fue una excepción. Rahm acumulaba antes de salir al tee del 8 un estratosférico -6 y el paso de las horas no ha hecho otra cosa que subrayar su cartel de favorito y permitirle ser el centro de las miradas en un campeonato donde los estadounidenses se están mostrando como los grandes protagonistas -excepto el español y Jhonattan Vegas, los 19 primeros jugadores de la tabla son norteamericanos-.
Austin Cook (63 golpes, -9) y Andrew Landry (63 golpes, -9) son los únicos que han podido hacerle sombra al jugador de la Armada y con sendas vueltas bordeando la decena de impactos en negativo serán el primer gran escollo de Jon en busca de la victoria y del número 2 mundial.