Después de la jornada del movimiento y de situarse a siete golpes de Collin Morikawa (72 golpes, -25), muchos veían como un imposible la tarea de Jon Rahm (63 golpes, -27) de luchar por el primer título del curso sobre la hierba del Plantation Course de Kapalua. Sin embargo, si hay algo que nos ha enseñado el León de Barrika con el paso de los años es que doblar la rodilla antes de tiempo es algo que no encaja con su estilo. Al fin y al cabo, y tal y como reza una célebre frase del mundo del deporte, “quien nunca se rinde, al final triunfa”.
Con esta mentalidad fue con la que salió el ex número 1 del mundo al complejo hawaiano este domingo, consciente de que la empresa era complicada pero seguro de sí mismo. De hecho, ni siquiera el bogey de la primera bandera de su ronda -el único que se acabó anotando el vizcaíno- lo alejó de su objetivo. Y es que, a partir de aquí, todo dio un giro de 180 grados para el español. Cinco aciertos hasta el final de la primera parte del recorrido le permitieron afianzar su lugar en el podio y situarse a seis del americano a falta de las nueve últimas banderas.
¿Misión imposible? Para nada. Es más, aunque del 10 y el 11 salió con par y la diferencia no se movió un ápice de esos seis impactos, JR se había dejado lo mejor para el final. Y es que, del 12 al 15 consiguió tres birdies y un eagle de forma consecutivas que, sumado a los errores de Morikawa en el 14 y el 15, posibilitó la tarea de colocarlo en lo más alto de la clasificación. Una labor a la que contribuyó también un nuevo error del estadounidense en el 16.
Lo más difícil estaba hecho y el último birdie de Jon en el 18 no sirvió para otra cosa que para confirmar que en el deporte no hay nada imposible, máxime si te apellidas Rahm y tienes el carácter de un auténtico ganador.
Jon Rahm is CLUTCH ?
An emotional finish for @JonRahmPGA on 18 @Sentry_TOC. pic.twitter.com/BD5pb5EnwF
— PGA TOUR (@PGATOUR) January 9, 2023
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