No se le puede reprochar nada a un Jon Rahm (66 golpes -17) que lo intentó este lunes por activa y por pasiva, pero que se acabó quedando con la miel en los labios después de la defensa a ultranza realizada por Dustin Johnson (68 golpes, -21), que sacó provecho de los cinco golpes con los que llegaba a los últimos 18 hoyos para conseguir su tercer triunfo en las diez últimas semanas. De este modo, el estadounidense llega a las 23 victorias en el PGA Tour y se queda a tan sólo una de las 24 de Gary Player. Palabras mayores.
Y eso que muchos descartaron al vizcaíno en los primeros instantes de la ronda después de que, tras lograr un tempranero birdie en el hoyo 3, saliera del 4 con un doloroso doblebogey después de este fallo al intentar sacar la bola del bunker de la calle. Pero si algo tiene el español es que no da nada por perdido y, seguidamente, se anotó un birdie en el 5 y un eagle en el 6 para colocar su tarjeta con un dos bajo par momentáneo que le permitía volver a mirar a la parte alta del podio.
Números que lo llegaron a colocar a cinco de Dustin Johnson después de los dos bogeys que cosechó el norteamericano en el 7 y el 8 que abrían el torneo. Pero entonces los aciertos dejaron de llegar en la cartulina del León de Barrika que, para más tragedia, salió del 10 con un bogey -su segundo y último error del día- que complicaban todo sobremanera. Pese a ello, Jon le restó golpes al campo en el 12, el 13 –éste tras un espectacular golpe que se quedó colgando del agujero– y el 18 que lo llevaron finalmente a la cuarta plaza en solitario, a uno de Justin Thomas (66 golpes, -18) y Xander Schauffele (66 golpes, -18) y a tres de DJ.
Un Johnson que en su segunda parte del recorrido se limitó a no liarse en exceso -el único compromiso serio vino en el 13, cuando tuvo que embocar un putt de unos siete metros para salvar el par- y a aprovechar las bondades del último par 5 de East Lake para colocar quince millones de dólares en su cuenta y una nueva victoria en una carrera increíble.