Fue una de las poquísimas alegrías que se dio el placer de concederse Jon Rahm durante el transcurso de una accidentada última ronda en el Travelers Championship. El español, que llegado el hoyo 15 acumulaba dos golpes por encima del par en el día, sacó fuerzas para iniciar esta bandera con un misil teledirigido de 309 yardas con el que se quedó muy cerca de cazar el green. Desde aquí, pateó en dos ocasiones para anotarse un acierto que en esos momentos le permitía seguir soñando con terminar la ronda por debajo de los 70.