¿Miedo? ¿Quién dijo miedo? Tanto Jon Rahm (65 golpes, -11) como Sergio García (68 golpes, -9) avanzaron posiciones en un BMW Championship que empieza a dar sus últimos coletazos para dejarse muy cerca los objetivos que venían persiguiendo a comienzos de semana en Illinois. El primero, conseguir un puesto que le permita depender de él mismo de cara al Tour Championship; el segundo, obtener los puntos necesarios para ingresar dentro de los 30 mejores de la FedEx Cup y competir en el último evento de la temporada del circuito norteamericano.
El León de de Barrika es quinto después de entregar una de las mejores cartulinas del día con un estratosférico 65 logrado gracias a siete birdies y un único bogey. Y es que el vizcaíno, que no estuvo afortunado en calles cogidas –tomó poco más del 57 por ciento-, fue un primor en cuanto a la estadística de greenes en regulación. Un 83 por ciento consiguió el joven jugador español para dejarse oportunidades de birdie que después supo aprovechar para situarse a solo tres impactos del podio del torneo, compuesto por Jason Day (70 golpes, -14) y Rickie Fowler (70 golpes, -14), quienes miran con resignación cómo Marc Leishman (68 golpes, -19) acaricia con las yemas de los dedos el trofeo.
Dos golpes por debajo de Jon nos encontramos a Sergio García, que desde el T15 aparece en estos momentos entre los 30 elegidos para East Lake. El castellonense volvió a calcar la vuelta del jueves y el viernes y, con cuatro birdies y un solitario bogey, tendrá que hacer un último esfuerzo para rematar la faena y acudir a Atlanta.
Al que se le ha complicado esta empresa sobremanera es a Rafa Cabrera-Bello (70 golpes, -7) quien, pese a alojarse en el T27, le es insuficiente para disputar el último evento de los PlayOff. El grancanario cuajó una tarjeta con tres birdies y dos bogeys que deberá mejorar si quiere dar un susto en la última ronda del domingo.