Si alguien le hubiera chivado a Jon Rahm el final que iba a tener el BMW Championship después de la primera tarjeta que presentó el jueves sobre Olympia Fields, el vizcaíno le hubiese tomado por loco. El español fue completamente de menos a más conforme avanzaron las horas hasta detenerse en un domingo que ya forma parte de la historia del Golf patrio. Un triunfo en unos PlayOff de la FedEx Cup -el primero en la historia de nuestro país- que, como es habitual en el León de Barrika, todavía no había podido asimilar una vez finalizó la ronda.
“Proceso las cosas lentamente. Mentalmente, todavía me encuentro en el PlayOff. No soy consciente de lo que ha ocurrido en las últimas horas, pero estoy muy contento. Más que por el triunfo, que también, porque salieron las cosas tal y como me propuse que salieran”, comentó el vizcaíno en un principio, quien confesó en la rueda de prensa que sintió presión tras las salidas desde el tee en el desempate. “Hubiese preferido que no hubiera muerte súbita, pero las cosas vienen así. Querría haberme ahorrado el estrés que me produjo ver la bola de DJ en la calle y la mía en el rough”, prosiguió.
“Desde aquí me dejé una oportunidad de 20 metros. Busqué por todos los medios alargar el PlayOff y lo único que quería en ese momento era dejarme un putt cuesta arriba con el que lograr el par y obligar a Dustin a embocar desde diez metros si quería ganar. Pero lo cierto es que entró. Crecí en campos de Golf con mucha pendiente y disfruto este tipo de putts”, argumentó Jon, que no eludió la pregunta del golpe perdido el sábado tras levantar la bola de green sin marcarla previamente.
“No voy a mentir, me acordé de él en más de una ocasión. Aunque tampoco sé si hubiera ganado si no hubiese tenido lugar aquello. Me hizo enfadarme conmigo mismo y me permitió concentrarme y mantener un juego agresivo en todo momento. Igual, si llego a marcar la bola, hubiese hecho dos putts y no habría tenido lugar nada de esto. Interioricé que había pasado y me limité a seguir jugando”, sentenció. Y en vista de lo que ha ocurrido le ha salido a pedir de boca.