Paso a paso y sin apenas concesiones. Así es como se ha propuesto Jon Rahm (63 golpes, -13) intentar ir a por todas en el TOUR Championship, el evento que pone el punto final a la temporada 2021/2022 en el PGA Tour y que nos debe conducir en apenas un par de semanas a un nuevo curso que pasará a la historia como el de la batalla económica con el LIV Golf. Y lo cierto es que el plan, al menos este viernes, le ha salido a pedir de boca al León de Barrika.
Jon, que arrancaba la segunda jornada sobre la hierba de East Lake a nueve golpes de Scottie Scheffler (66 golpes, -19), debía hacer algo si no quería ver cómo el estadounidense se distanciaba más y más en la tabla. Fue por esto que el vizcaíno lo dio todo desde el primer minuto que puso un pie en el complejo de Atlanta. Fue así como completó una primera parte de recorrido que invitaba a la esperanza gracias a los cinco birdies sin errores.
Rahm volvía a tener la mirada de las grandes citas y los nueve hoyos finales no hicieron más que confirmarlo. Los birdies en el 12, el 16 y el 18 y el bogey del 17 -el único en el día- pusieron de manifiesto que el ex número 1 del mundo iba a llegar a la jornada del movimiento con todo todavía por jugar. En estos momentos, Jon se ha situado en el tercer lugar de la tabla -recordemos que empezó el torneo más allá de los diez mejores-, cuatro impactos por detrás de Xander Schauffele (63 golpes, -17) y a seis de un Scheffler al que le ha recortado tres impactos en las últimas 24 horas.
Una auténtica declaración de intenciones para Rahm, que ha tenido unos números por encima del 70 por ciento de acierto en cuanto a calles cogidas y más de un 80 por ciento de acierto en greenes en regulación. Lo malo es que no puede despistarse lo más mínimo si busca la victoria y solo otra ronda similar le podría dejar en una buena posición de cara al domingo.
Quick climb up the leaderboard for @JonRahmPGA ? pic.twitter.com/2et9v20WkD
— PGA TOUR (@PGATOUR) August 26, 2022