Jon Rahm llevaba una vuelta monótona (ocho pares y un bogey) en sus primeros nueve hoyos en el Houston Open. Pero solo hubo que esperar al segundo golpe de los segundos nueve para ver al jugador vasco en todo su esplendor, un tirazo desde 91 metros dejando la bola a poco más de medio metro que le sirvió para anotar el primer birdie de la jornada.






