Quinto torneo del 2017 y quinta vez que tendremos a Jon Rahm (69 golpes, -3) luchando entre los mejores de un campeonato del PGA Tour. Tremendo lo del español. Eso sí, el cansancio acumulado en este tercer evento de manera consecutiva ha empezado a hacer mella en el vizcaíno y en estos momentos se encuentra a siete golpes del surcoreano Byeong Hun An (66 golpes, -10) y del estadounidense Brendan Steele (67 golpes, -10), líderes del evento cuando hemos llegado al ecuador de la prueba. Aunque en vistas de lo vivido la semana pasada en San Diego, cualquiera es capaz de apostar en su contra…
Este viernes, Rahm vivió una ronda correcta, sin sobresaltos. Una vuelta que empezó muy bien en los nueve primeros hoyos con dos birdies al 4 y al 6, pero que tuvo un pequeño bajón en su parte final y necesitó luchar para mantener ese dos abajo en el día. Y es que el vasco falló más de lo que acostumbra desde el tee, encontrado tan solo el 57 por ciento de las calles, lo que le ha hecho más difícil jugar a bandera con el segundo golpe. A la vista está la escasa efectividad con el putter en las manos, pero es que las oportunidades no eran ni mucho menos claras.
De esta manera, el jugador de 22 años se integra en el T38, a solo cuatro impactos de los diez primeros en la tabla y que nos ha dejado a los ya mencionados An y Steele como grandes triunfadores de la ronda. En especial destacó la labor del golfista asiático, que vivió un final de vuelta por todo lo alto con tres birdies en sus cuatro últimas banderas para situarse primero y mantener a raya a sus perseguidores en un Phoenix Open muy igualado en estos primeros compases.