O mucho cambia la película o, como ocurriera hace siete días con la disputa del PGA Championship, Jon Rahm (75 golpes, +5) dirá adiós a las primeras de cambio al campeonato disputado en los Estados Unidos. El vizcaíno, que empezó descontándole golpes al Colonial gracias a un buen birdie en el par 5 del hoyo 1 -que no se convirtió en eagle de milagro-, vivió una auténtica montaña rusa de sensaciones en la segunda parte del recorrido que le acabaron conduciendo a entregar una de las cartulinas más pobres de lo que va de 2019 en cuanto a rendimiento ofensivo.
Y es que el León de Barrika, además del birdie mencionado en su primera bandera del día, tan solo encontró el beneplácito de otro par 5 como el de la undécima bandera para poner de manifiesto que al menos la distancia de tee a green la seguía manejando como el mejor. Pero tan solo eso, pues el español se las vio y se las deseó para dejarse oportunidades claras de seguir restándole golpes al complejo texano.
Así pues, a los dos aciertos le acompañó un dolorosísimo triplebogey en el 14 -que ya empezó mal con una escapada tremenda desde la salida-, un doblebogey en el 3 y dos bogeys más en el 2 y en el 17 para poner su cartulina final en el +5 que campea en estos momentos en el luminoso, a tres impactos de la zona de corte que le permitiría salir al campo las dos últimas rondas.
Imagen totalmente contraria a la ofrecida por Tony Finau (64 golpes, -6), quien se ha encaramado a lo más alto después de un día con siete birdies y un solitario error para aventajar en un impacto a los también norteamericanos Roger Sloan (65 golpes, -5) y Jordan Spieth (65 golpes, -5) y así poner la nota de color en un Charles Schwab Challenge que podría dejarnos sin ningún representante en solo unas horas.