De matrícula de honor. Así es como ha sido el debut del golfista español en el circuito norteamericano, al que solo le ha faltado la guinda de la victoria para culminar unos 72 hoyos de puro espectáculo sobre la hierba del Congressional CC.
Jon Rahm (-13) ha finalizado tercero, empatado a golpes con Bill Haas (-13), después de cuatro rondas bajo par. Y lo que es más importante, con este gran resultado se asegura su presencia en el Royal Troon escocés dentro de dos semanas y suma un buen puñado de dólares que le dejan muy cerca de asegurarse la tarjeta del PGA para la temporada 2016/2017.
Ante los ojos de Tiger el deportista de Barrika fue un coloso en la hierba. Sin ponerse nervioso y afrontando con optimismo una oportunidad única, Rahm comenzó a jugar como él sabe: partiendo el campo en dos con su espectacular drive y dejándose oportunidades de birdie con los approach.
Así fue como llegaron en el 5 y en el 11, dos grandes hoyos que le colocaron a solo un golpe del líder Hurley III (-17) con todavía seis banderas por disputarse. Pero un repentino bogey del español en el 17 unido a la magia desplegada por el marine estadounidense en el 15, donde consiguió el golpe en el día con un chip desde algo más de 30 metros, despertó del sueño al jugador euskaldun, que aun así recibió la felicitación de todos cuantos se congregaron en este Quicken Loans National.
Así pues, Billy Hurley III, el militar que hace menos de un año sorprendió a todos con la llamada en una rueda de prensa a la búsqueda de su padre, consigue su primera victoria en el circuito norteamericano gracias a una semana de pura inspiración. Todo lo que tocó lo convirtió en oro. Estaba completamente insultante y le faltó para venirse arriba el golpe del 15 con el que prácticamente sentenció el evento. Y es que poco tiene que ver la clasificación –llegaba a este evento como el 607 del mundo y el 198 en la FedEx Cup- cuando estás tocado por una varita.
Su emoción mientras era entrevistado a pie de campo lo dice todo sobre un golfista que, a sus 34 años, por fin prueba las mieles de la victoria.