A solo tres golpes se quedó el león de Barrika de su segunda victoria en el circuito más prestigioso del mundo del Golf. Y es que este domingo, a diferencia de otros días, el putter le dio la espalda, obligándole a patear hasta en dos ocasiones, desde una distancia relativamente cercana, en muchas partes del recorrido del Eagle Point, sede de un Wells Fargo que se ha terminado llevando el local Brian Harman (68 golpes, -10) después de ser el único jugador en llegar a los dobles dígitos en negativo. Aunque vayamos por partes.
Jon Rahm (71 golpes, -8), al igual que en la jornada del viernes, no se sintió cómodo con su juego corto, errando alguna que otra oportunidad clara de birdie que le impidió tomar el liderato en solitario –si bien es cierto que el juego con los hierros también propició esta situación, obligándole a hacer frente a una distancia media de putts por encima de los cinco metros-. El vizcaíno no estaba siendo preciso, y él lo sabía. Como cuando se fue directamente al agua en el segundo par 5 del día.
Aun así, el español se sobrepuso a todas las dificultades que se le presentaron para empatar en el liderato con un birdie en el 12. La victoria se vislumbraba, se podía tocar con las yemas de los dedos. Pero las alegrías finalizaron aquí. Porque un bogey en el 15, además de complicarle las cosas más todavía al euskaldun, propició que retrocediera en la clasificación al presentarse Pat Pérez (68 golpes, -9) y Dustin Johnson (67 golpes, -9) como serios candidatos a suplir en lo alto de la tabla a un desquiciado Patrick Reed (75 golpes, -5), que se acabó hundiendo.
Pero con lo que nadie contaba era con el excelso final de Harman, que sumó su segunda victoria en el PGA tras el John Deere Classic de 2014 después de un final de película conforme estaba yendo la jornada: cuatro birdies y un solo bogey en los siete últimos hoyos –de esos dos fueron en las dos últimas banderas- que le sirvieron para auparse a un puesto del que ya no se bajó en ningún momento con el tremendo putt en el 18. Un –10 que Rahm intentó empatar en ese mismo hoyo solo unos segundos después, pero la madera 5 acabó lejos del green y con ella la posibilidad de salir con el estadounidense a la muerte súbita.
Del resto de la actuación española, Rafa Cabrera-Bello (72 golpes, -3) finalizó en el T24 tras una ronda al par mientras que Gonzalo Fernández-Castaño (75 golpes, Par) tuvo que conformarse con el T43.
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