La lluvia está siendo uno de los grandes protagonistas durante estas últimas horas sobre la hierba del Silverado Resort de Napa (California). Y es que si durante la segunda jornada fue el causante de que la ronda se retrasara unas horas, este sábado también ha impedido que los jugadores situados en la parte alta de la tabla pudieran terminar sus 18 hoyos, facilitando que tengan que madrugar el domingo si quieren para dar por finiquitados las últimas tres banderas. Y entre tanta ida y venida y tanto desconcierto, Jon Rahm (-7) se ha descolgado de la lucha por la victoria.
El de Barrika empezó bien el día –de hecho llegó a situarse entre los diez mejores durante buena parte de la ronda-, pero un final desdibujado en el que sumó tres bogeys en tres de sus últimos cinco hoyos le condenó hasta el T22, una posición desde la que intentará subir al Top 10 para sumar los primeros dólares de esta temporada.
Y sí, hablamos de acabar entre los diez mejores porque el triunfo se ha puesto realmente complicado. No es porque Scott Piercy (-14) siga pasando el rodillo –de hecho en la jornada sabatina marcha con uno por encima del par a falta de tres banderas-, sino porque a su compatriota Johnson Wagner (-15) se le ha metido entre ceja y ceja conseguir la cuarta victoria de su carrera en el PGA.
El deportista nacido en Amarillo (Texas) marcha con tres birdies sin errores durante el día y aventaja en un golpe al propio Piercy y a Patton Kizzire (-14), en dos al inglés Paul Casey (-13) y en tres al escocés Martin Laird (-12), los máximos favoritos a llevarse el Safeway Open a casa en estos momentos.
Gonzalo Fernández-Castaño (-1) no pudo superar finalmente el corte del campo y finalizó su participación antes de tiempo en el primer evento del curso sobre la costa oeste de los Estados Unidos.