Fue el último hoyo disputado por la dupla hispanoamericana en la segunda ronda, pero cobró una importancia tremenda por cómo se desarrollaron los acontecimientos. Y es que después de que el disparo de Palmer estuviera muy cerca de acabar en el agua en el par 3 del hoyo 9, le llegó el turno a Jon Rahm. El vizcaíno tenía ante sí la posibilidad de intentar dejarla cerca del hoyo para salvar el par y salir a la tercera ronda en el segundo puesto. Sin embargo, el español fue a por todas y consiguió el golpe del día del sábado con un impacto delicioso.