Todos estábamos expectantes ante lo que podía hacer en la última ronda del Tour Championship el genio de Barrika, quien todavía contaba con alguna que otra posibilidad de hacer se con el primer puesto de la FedEx y sumar en su cuenta el bonus de diez millones de dólares. Y, de hecho, el inicio de Jon Rahm (69 golpes, -7) sobre la hierba del East Lake nos dio esperanzas de verle coronarse como el tercer europeo en la historia en levantar el galardón tras Stenson y McIlroy.
Dos birdies consecutivos en la quinta y la sexta bandera –el primero de ellos tras un approach absolutamente genial que dejó la bola a escasos 30 centímetros del agujero-, sumado a un comienzo incierto del hasta entonces líder Paul Casey (73 golpes, -9), dejaban al golfista español a solo tres golpes del liderato. Pero entonces pasó lo que nadie quería que ocurriese. En el hoyo 8, la primera de las seis banderas con obstáculo de agua en su recorrido, Jon no puso evitar que la bola cerrase y esta acabó en remojo.
Si a esto le sumamos que tras el dropaje el golpe no fue el mejor de la semana –lo mismo que su cuarto intento, que le dejó un putt para bogey de tres metros y medio que terminó errando-, nos encontramos con un doblebogey que se clavó como una punzada en el corazón de todos sus seguidores. Los seis golpes en la octava bandera habían eliminado de un plumazo los dos birdies anteriores y ahora tocaba volver a remar desde el principio.
El León de Barrika lo intentó de todas las maneras. De hecho, en el hoyo 9 convirtió un auténtico purazo de casi diez metros para birdie que volvió a insuflarle esperanzas, pero la situación se había tornado complicada y los bogeys del 12 y el 14 no hicieron más que corroborar que habría que volverlo a intentar el próximo año.
Eso sí, dos birdies finales consiguieron que Rahm entregara una cartulina bajo par para amarrar el T7 y el quinto lugar de una FedEx que se acabó adjudicando Justin Thomas (66 golpes, -11), quien se aprovechó del letargo del resto del Top 5 para, con un segundo puesto solo por detrás de Xander Schauffele (68 golpes, -12), poner la guinda a una extraordinaria temporada en la que ha conseguido cinco victorias que le han valido para ser considerado uno de los mejores golfistas de la actualidad.
Sergio García (67 golpes, -6) volvió a conseguir otra gran vuelta y finalmente se instaló en el Top 10 del evento con la tercera cartulina bajo par consecutiva.
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