Comentaba Rory McIlroy hace ya unos cuantos meses -y a tenor de los fichajes de jugadores europeos por la LIV Golf League– que los criterios de clasificación para la Ryder Cup deberían variar para posibilitar que los golfistas que se encuentran inmersos en la gira saudí pudieran clasificarse de la misma manera que lo pueden hacer los demás. Pero lo cierto es que, tal y como se ha encargado de recalcar el nuevo director ejecutivo del DP World Tour, Guy Kinnings, estos siguen contando con las mismas oportunidades que aquellos que integran semanalmente el circuito europeo.
“Si nos fijamos en los criterios de elegibilidad de cara a 2023, creo que se ha producido un pequeño malentendido”, comenzó afirmando el directivo en una charla mantenida con los periodistas. “Según las reglas actuales, si un jugador es europeo, forma parte del DP World Tour y cumple las reglas, no hay razón para dejar de ser elegible. En el caso de los jugadores que han participado en otras giras sin autorización expresa, basta con aceptar las sanciones impuestas para poder participar en el evento”, confesó Kinnings.
Esto, por supuesto, saca de la ecuación a aquellos que sí renunciaron a su membresía -véase los casos de Lee Westwood, Ian Poulter o Sergio García-, pero no a quienes simplemente decidieron buscar un nuevo rumbo en su carrera. De hecho, el propio jefe de la gira del viejo continente admitió que le habían informado de que el calendario contaba con las suficientes semanas como para que los miembros del LIV pudieran cumplir sus castigos y completar los cuatro torneos necesarios para conservar la membresía.
“Todas las suspensiones deberán cumplirse. No vamos a cambiar esa base. Las reglas son las reglas y todos deben cumplirlas”, sentenció. Así pues, no habría que descartar a Jon Rahm de cara a presentarse en Bethpage en menos de año y medio.
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