Con siete birdies, un solo bogey y con un putt de unos cinco metros y medio para convertir su quinto birdie de forma consecutiva en el hoyo 17. De esta manera acabó la participación este jueves del vizcaíno Jon Rahm en el Shriners Hospitals for Children Open que se está disputando en el TPC Summerlin de Las Vegas (Nevada) –la falta de luz es lo que tiene- . Un seis bajo par que le permite mirar a sus rivales desde el Top 5, un resultado que en estos momentos le coloca a tres golpes de los estadounidenses Brooks Koepka (-9) y John Huh (-9) y a cinco del australiano Rod Pampling (-11), gran protagonista de esta primera jornada.
El veterano golfista oceánico sumó siete birdies y dos eagles sin fallo para entregar una tarjeta con 60 golpes, ¡once por debajo del par del campo en solo 18 hoyos! Cuando uno tiene iluminado el día pueden pasar estas cosas y el deportista de Radcliffe dio buena cuenta de ello con un juego que escenificó que estaba tocado por una varita. De hecho, el primero de sus eagles llegó en el par 4 del hoyo 6 cuando, desde la parte izquierda de la calle, la embocó desde una distancia de 122 metros. ¡Impresionante!
Muy cerca estuvo del récord del estadounidense Chip Beck, que en 1991 disparó 59 golpes cuando por aquel entonces el campeonato se jugaba bajo un par 72. Lo que sí ha logrado es el récord del campo, un hito que pasará tiempo antes de que cualquiera pueda ni tan siquiera acercarse.
Gonzalo Fernández-Castaño (-1), que entró al evento después de un error burocrático de la organización, salió en el turno de mañana y sí que pudo terminar a tiempo sus 18 banderas, un recorrido que ha solventado con mucha tranquilidad y en el que solo un birdie le ha evitado acabar todos sus hoyos con el par en el bolsillo. Uno bajo par, por lo tanto, para el madrileño, quien ocupa en estos momentos el T66 y estaría en el límite de los jugadores que pasarían el corte durante la ronda de mañana. Necesitará apretar un poco más el capitalino si no quiere sufrir sustos de última hora.