Rahm vive un día para olvidar en Florida y le cede el protagonismo a un Rory que coge impulso

El León de Barrika se despide en el T12 tras firmar un +4 después de una jornada en la que la imprecisión desde el tee le jugó una mala pasada

Rory McIlroy posó orgulloso con el nuevo galardón que le acredita como campeón del Players. Foto: @PGATour

Hay días en los que por mucho que se intente las cosas no salen como uno quiere. Y no hay más que fijarse en la ronda final de Jon Rahm (76 golpes, -11) en este The Players para hacerse una idea de lo difícil que ha sido para el español mantenerse a flote después de un día en el que la suerte le fue esquiva y en el que ha podido comprobar cómo puede cambiar un torneo en el transcurso de unos pocos minutos. 

Desde el comienzo Rahm tuvo muchas dudas y solo hay que echar un vistazo a su cartulina para cerciorarse de lo complicado que fue para el León de Barrika esta ronda final. Tres bogeys en los cuatro primeros hoyos lo alejaban momentáneamente de la primera plaza y le hicieron ir a remolque si quería sacar algo positivo de su visita al TPC Sawgrass. Así fue como llegaron los birdies del 6 y el 8 que le permitieron obtener de nuevo la batuta del evento. Pero entonces llegó el punto de inflexión en el par 5 del 11. 

Con la bola en el bunker tras una salida errática el español tenía dos opciones: ir a asegurar dejando la bola en la calle -tal y como le recomendaba su caddie, Adam Hayes– o ir a por todas -con el riesgo que conllevaba- e intentar mandar un mensaje a un Rory (70 golpes, -16) que comenzaba a despuntar entre los perseguidores. El vizcaíno optó por lo segundo y terminó mandando su bola al agua, lo que le acarreó un doloroso bogey en una de las banderas más factibles del domingo. 

A partir de aquí Rahm se difuminó y, a pesar del gran birdie del 13, se quedó pronto sin opciones de victoria -máxime con el bogey del 15 y el doblebogey del 17-. Un +4 en el día que le deja en el Top 12 y le hizo distanciarse a cinco impactos de McIlroy, quien sumó sobre el TPC Sawgrass la decimoquinta victoria en el mejor circuito del mundo después de ser el único jugador de la zona alta en conseguir firmar una cartulina con guarismos negativos. 

Sergio García (67 golpes, -8), segundo y último español este fin de semana en Florida, consiguió entregar una tarjeta con cinco golpes por debajo del par para instalarse definitivamente en un meritorio Top 22. 

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