No recordábamos la última vez que teniendo varios participantes en un torneo del PGA Tour todos ellos cayeran en los primeros 36 hoyos –y más aún cuando uno de estos era Jon Rahm-. Pero así es el Golf. Es más, el vizcaíno no solo se lió de tal manera para firmar 77 golpes el viernes y poner el punto y final a su primera experiencia en el Memorial, sino que lo hizo sin sumar ni un solo birdie –primera vez que ocurre en una temporada por la que vamos avanzando hasta su ecuador-.
Fue un expediente X, de esos casos que uno no se da cuenta de que puede pasar hasta que se lo encuentra delante, sin margen de maniobra. Rahm (77 golpes, +6) tenía la ronda más o menos controlada en todo momento. Sí, es cierto que no conseguía restarle golpes al campo, pero desde el hoyo 2 que cometió su primer error, había firmado 12 banderas al Par. Le quedaban solo cuatro hoyos, el corte parecía asumible. Pero se fue.
Se fue porque encadenó un error tras otro –incluidos tres putts desde menos de dos metros en el 7, su antepenúltima bandera-. Bolas al agua, approaches que no encontraban su objetivo… En definitiva, un día para olvidar. Borrón y cuenta nueva para el León de Barrika, que se deja un sabor de boca amargo a dos semanas de participar en su segundo US Open –primero como profesional-.
Al jovencísimo jugador vasco le acompañó a la salida Rafa Cabrera-Bello (71 golpes, -6) que, pese a entregar una tarjeta por debajo del par del campo, no fue suficiente para seguir dos días más sobre la hierba del Muirfield Village de Ohio. El grancanario, que mejoró notablemente los números de la primera jornada en relación a calles cogidas y, sobre todo, greenes en regulación, se lo dejó todo para los últimos nueve hoyos tras dos pares y dos birdies. Y, claro, no hubo tiempo.
Y eso que el isleño protagonizó una gran recuperación con tres birdies consecutivos que dieron respuesta a los dos bogeys de pocos minutos antes, pero ya era tarde. Ambos se marchan antes de tiempo y dejan vía libre a un Jason Dufner (65 golpes, -14) que en estos momentos está volando en el campeonato y que aventaja en cinco golpes a su compatriota Daniel Summerhays (69 golpes, -9) y en seis a Rickie Fowler (66 golpes, -8).