Recari ha recobrado la salud después de mucho ejercicio… y dos pequeños cambios en su dieta

La eliminación de los carbohidratos blancos le ha posibilitado recuperarse de un cansancio crónico que la alejó durante bastante tiempo de la élite

La triple ganadora en la LPGA ha conseguido compaginar el ejercicio con una alimentación sana. Foto: @BeatrizRecari

Cuando les decimos que la alimentación es casi más importante para un deportista como el ejercicio no estamos hablando de algo baladí. De hecho, son muchos los golfistas que han descubierto los beneficios de una dieta saludable y han experimentado un cambio notorio en su estado físico. El ejemplo más claro lo tenemos en Beatriz Recari que, en una reciente entrevista concedida a los compañeros de Golf dot com ha dado a conocer la transformación que ha experimentado su cuerpo en el último año y medio con dos pequeños cambios en aquello que comía. 

“Cada año notaba que cuando llegaban los meses de abril y mayo, cuando más carga de competición teníamos, enfermaba”, comenzó comentando la jugadora navarra. “Me costaba mucho. De hecho, una vez tuve que retirarme de un Pro-Am y pagar la multa para poder levantarme el jueves en condiciones para jugar. Me despertaba sin poder ponerme de pie. Y es que, aunque por fuera nunca me vi fuera de forma, por dentro yo sabía que tenía mucho trabajo por hacer”, prosiguió. Fue por esto por lo que decidió coger el toro por los cuernos y comenzó a eliminar de su dieta los carbohidratos blancos como la pasta, el arroz o las patatas e incluso todo lo relacionado con el trigo. 

Esto le produjo una rápida mejoría, aunque fue introduciendo modificaciones paulatinas como la vuelta de carbohidratos “limpios” en el desayuno como avena, chía o semillas de lino. Además, incorpora en su alimentación proteínas y verduras, amén de nueces y almendras como snacks. “A decir verdad nunca me llegué a sentir como una atleta. Me sentía pesada y lenta, independientemente de cómo estuviera por fuera. Quise hacer cosas que me hicieran ser más ligera”, señaló. Y para ello incorporó un régimen de ejercicio más cardiocéntrico a su rutina, lo que le llevó a perder 9 kilos en sólo dos meses. 

“No creo que valga de nada hacer ejercicio si después comes basura. Porque cuando comía basura me sentía como una basura. Por supuesto ayuda el hacer ejercicio, pero la dieta ha sido el factor más importante en todo este cambio. Ahora puedo ir a un torneo el lunes, el martes y el miércoles y luego sentirme bien el jueves, el viernes y el fin de semana”, sentenció la pamplonica.