Después de conseguir el título en 2017, Justin Rose llegaba al Turkish Airlines Open un año más tarde con la intención de ser el único jugador de la historia en defender con éxito el galardón que le acredita como vencedor de este joven campeonato y, dicho sea de paso, ascender al número 1 mundial. No lo iba a tener nada fácil pues, a falta de 18 hoyos, marchaba a tres golpes del chino Haotong Li, que estaba cuajando un evento magnífico.
Sin embargo, una ronda con cinco birdies el domingo -unido a un complicado día del asiático- parecían decantarlo todo del lado del británico, que sufrió más de la cuenta por culpa de dos bogeys finales que le obligaron a salir a la muerte súbita para volver a reivindicar su reinado en el país otomano. ¿Conseguirá esta semana Rose el hat trick?