No está siendo la mejor semana de Patrick Reed, pero aun así el texano se las está apañando para dejar con la boca abierta a los aficionados. Y es que el norteamericano se apuntó este sábado el golpe del día de la tercera jornada del Torneo de Campeones después de embocar la bola desde el bunker a unos doce metros de distancia de la bandera cuando muchos pensaban que sólo podía optar por sacarla de la arena y dejarla en el green. Un impacto que le supuso el eagle y la oportunidad de bordear los diez primeros lugares, aunque después se desfondó.