Tras un año 2020 muy accidentado -probablemente podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que ha sido la temporada más extraña de la historia del European Tour-, el circuito europeo tiene ante sí esta semana la oportunidad de terminar el año con una gran sonrisa en el rostro. El DP World Tour Championship o, lo que es lo mismo, el último evento del curso arranca este jueves con algunos de los mejores jugadores de la gira -como consecuencia de la pandemia han sido muchos los que han optado por no viajar– y con el gran premio de tomar el relevo de Jon Rahm como mejor jugador de la temporada.
Y entre tanto glamour y premios elevados -los patrocinadores han seguido apostando por el European Tour y la bolsa se ha mantenido en los ocho millones de dólares– hay dos jugadores que el próximo domingo pueden hacer historia, pues tanto Patrick Reed como Collin Morikawa lucharán por llevar a Estados Unidos su primera orden del mérito en el European Tour. Una hazaña que no ha conseguido nadie del país de las barras y estrellas y que supondría el primer triunfo de un jugador no europeo desde que Ernie Els consiguiera su segundo entorchado consecutivo en 2004.
“Estar en la posición en la que estoy siendo líder de la clasificación es una sensación increíble”, comentó Reed este mismo miércoles en sala de prensa. “Esto demuestra que lo que hice durante el año fue sólido, aunque todo se decide aquí. En estos momentos tengo mucha confianza, porque me siento cómodo por la forma en la que estoy jugando”, confesó el ex ganador del Masters, que manifestó que uno de sus deseos es salir campeón en la gira del viejo continente. “Entre mis sueños, además de ganar la FedEx, siempre ha estado hacerlo también en la Race to Dubai. Lograrlo tan pronto en mi carrera sería genial”, sentenció.
Para ello, y pese a las muchas alternativas que se abren en función de los resultados, la única posibilidad que le aseguraría a Patrick Reed levantar el domingo el trofeo de campeón de la orden del mérito sería vencer en Dubái. Una tarea para la que deberá de trabajar desde los primeros compases.