Pocos podían imaginar lo que iba a ser capaz de hacer Jon Rahm en los últimos 18 hoyos. El vizcaíno, que había tenido problemas en los greenes en todas y cada una de las tres rondas anteriores, templó los nervios en el momento más importante y fue capaz incluso de escalar posiciones hasta instalarse en el quinto lugar, algo impensable hacía sólo 24 horas. Pero el gran inicio del español con el birdie y el eagle en las dos primeras banderas le dio alas y le permitió terminar por todo lo alto su quinta participación en el Masters. Cómo hubiese cambiado la película si este domingo hubiera contado al principio con un par de golpes por debajo del par…