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El californiano se impuso en un final de torneo sin mucha chispa debido a su gran ventaja. Foto: @PGATour
No ha sido el mejor final de torneo para la pareja española que se ha dado cita este domingo en el Honda Classic. Y es que tanto Sergio García (71 golpes, -4) como Rafa Cabrera-Bello (74 golpes, -1), quienes habían realizado en la jornada del movimiento una gran remontada para situarse muy cerca de los diez primeros clasificados, se han marchado a casa con la sensación de haber podido dar mucho más sobre la hierba de este PGA National. Y no será porque no lo intentaron, pero no fue el día.
Y eso que el golfista castellonense estuvo en un momento de su vuelta muy cerca de poder situarse en segunda posición. Fue en el hoyo 6 cuando, tras dos birdies consecutivos, se enfrentaba a un putt de poco más de un metro para sumar el tercer birdie del día. Por desgracia, la bola no entró. Y no solo eso, sino que fue el punto de inflexión de la vuelta, pues desde aquí el juego del de Borriol cambió y no volvió a gozar de una sola oportunidad clara de birdie.
Si a esto le sumamos que tras el cruce cometió tres bogeys consecutivos del 10 al 12, ya tenemos la explicación perfecta del +1 final y, por ende, de su bajada paulatina en la tabla hasta el T14. Algo similar vivió el canario Rafa Cabrera-Bello, al que el complejo de Palm Beach Gardens no le regaló absolutamente nada. Es más, le quitó. Sus cinco bogeys en el día brillaron más que el birdie de la decimoprimera bandera, lo que le hizo retrasarse hasta el T37, perdiendo mucha comba con la parte alta y permitiendo que el campeón Rickie Fowler (71 golpes, -12) se distanciara hasta en once golpes.
El golfista californiano recupera la sonrisa con su cuarta victoria en el circuito norteamericano, un triunfo basado en los tres primeros días de competición que tuvo en este cuarto y último el escenario perfecto para la relajación. Poco o nada tuvo que hacer el estadounidense, que tan solo se dejó ir durante su vuelta y vivió de las rentas conseguidas días atrás. Y eso que intentó añadirle toques de emoción a la historia –como el del doblebogey del 6 que le colocaba a uno de sus rivales-, pero ni por esas. Victoria de Rickie Fowler y su nombre que vuelve a sonar con fuerza para hacerse con la Chaqueta Verde en solo unas cuantas semanas.
