Dice un proverbio chino que el aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo. Esto no quiere decir otra cosa que un simple gesto podría tener consecuencias para muchas personas, tanto si las conocemos como si no. Y Rickie Fowler dio en esta primera jornada del PGA Championship muestras de que una evolución en la percepción que tiene la gente sobre este deportista es posible con solo un cambio de vestuario. El californiano tenía ya todo preparado para salir en el turno de mañana del jueves: pantalón oscuro y polo azul de su patrocinador.
Sin embargo, los acontecimientos unas horas antes lo cambiaron todo. “Ni siquiera tenía pensado usar la camisa esta semana en Bellerive, pero sentí que debía hacerlo en honor a mi amigo”, afirmó el estadounidense. Como muchos recuerdan este era el color preferido de Jarrod Lyle, el jugador de la eterna sonrisa, que nos dejó muy pronto después de toda una vida de lucha contra la leucemia.
Fallece a los 36 años el australiano Jarrod Lyle, el jugador de la eterna sonrisa, víctima de la leucemia
“Han sido unas semanas muy difíciles, especialmente para aquellos que estaban cerca de Jarrod”, comentó en rueda de prensa un visiblemente afectado Rickie Fowler. “Tuve la suerte de hablar con él el viernes pasado, y si una cosa me tranquilizó fue escucharle cómo se sentía. Sonaba como si estuviera en un buen lugar”, prosiguió el actual número 9 del mundo, que tuvo un inicio de torneo espectacular con un cinco bajo par que le llevó directo a la segunda plaza. Una ronda que sin lugar a dudas brindó a Lyle.
“Ha sido divertido estar pensando en él mientras jugábamos porque probablemente hubiese sido él quien me hubiese pateado el trasero si me hubiera visto triste. Ha sido agradable celebrar su vida… y continuaremos haciéndolo”, sentenció.