El estar bajo los focos de forma permanente supone que tu intimidad se acabe resintiendo. Y si no que se lo digan a Rory McIlroy quien, más allá de sus actuaciones en el campo durante los últimos meses, se ha visto ocupando espacio en los tabloides sensacionalistas al conocerse que su divorcio con Erica Stoll era poco más que un hecho. Una noticia que, sumada a los rumores que lo situaban iniciando una relación con la reportera Amanda Balionis, lo han tenido en el ojo del huracán con bastante asiduidad.
Sin embargo, la situación ha dado un giro de ciento ochenta grados en las últimas horas. Y es que, en una reciente entrevista concedida a The Guardian, el deportista norirlandés se ha encargado de dar la exclusiva: se reconcilia con su mujer y retira la solicitud de divorcio que había sido presentada el pasado 13 de mayo ante un tribunal del sur de Florida. “Recientemente ha habido muchos rumores sobre mi vida personal, lo que no es agradable. Además, tener que responder a cada uno de ellos resulta agotador y es contribuir a que siga propagando”, señaló el ex número uno del mundo en el medio británico.
“Durante las últimas semanas, Erica y yo nos hemos dado cuenta de que lo mejor para el futuro es mantenernos como una familia unida. Afortunadamente, hemos resuelto nuestras diferencias y ahora esperamos vivir un nuevo comienzo”, señaló Rory, quien llega a Pinehurst con el gran objetivo de volver a ganar un Grande después de casi una década en blanco -el último Major ganado fue el PGA Championship de 2014-.
“Todavía me quedan unos años a gran nivel. Me gusta pensar que aún tengo cosas importantes por hacer en el mundo del golf. De todos modos, aunque no consiguiera más, lo aceptaré y sentiré que lo he hecho bastante bien para ser un niño de Irlanda del Norte que soñaba con jugar a este deporte para ganarse la vida”, sentenció.
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