Podríamos destacar muchos golpes de la última jornada protagonizada por Rory McIlroy, pero si hay un disparo que ejemplifica a la perfección lo que fue el domingo del norirlandés sobre el campo canadiense es ese enorme approach logrado en el par 5 del hoyo 17. Más que nada porque aquí el europeo necesitaba un eagle para seguir soñando con bajar de los 60… Y sus deseos fueron órdenes. Un impacto brutal que le permitió tener la ocasión de salir a la última bandera con posibilidades de hacer historia.
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