El norirlandés Rory McIlroy ha vuelto a la senda del triunfo año y medio después. Y lo ha hecho en la catedral del golf europeo, en el Wentworth Club de Surrey en Inglaterra con un golpe de ventaja sobre el irlandés Shane Lowry, curiosamente el torneo no lo ganaba un jugador de esa isla desde 1958.
La semana comenzaba con la ruptura del compromiso matrimonial entre dos exnúmeros unos del mundo, el golfista Rory McIlroy y la tenista Caroline Wozniacki pocos días después de que la pareja enviara sus invitaciones de boda.
“Yo sólo quiero que mi cabeza esté en el campo esta semana, concentrarme en el torneo y tratar de hacerlo bien. No voy a mentir. Va a ser muy difícil», declaraba el norirlandés en sala de prensa un día antes de que diera comienzo el evento más importante del Circuito, el BMW PGA Championship en Wentworth.
McIlroy estuvo toda la semana entre los puestos de cabeza, sus tres primeras rondas con cartulinas de 68, 71 y 69 golpes lo mantenían en el Top 5 del torneo aunque los últimos 18 hoyos los comenzaba a siete golpes de Thomas Bjorn después de que el gran danés diera todo un recital en la jornada del sábado.
Pero esto es golf, deporte donde todo puede suceder como así ocurrió en la jornada dominical ya que McIlroy le dio la vuelta a la clasificación al restar, nada más y nada menos que nueve golpes a Bjorn.
Finalmente fueron 66 golpes (-14) los empleados por el campeón, la mejor cartulina de la jornada junto a la del escocés Stephen Gallacher, Lowry (68) fue segundo en solitario con -13, Bjorn (75) empató en la tercera plaza con Donald (70) con -12. Gallacher (66) y Dyson (67) cerraban el Top 5 con -9.
Pablo Larrazábal (71) fue el mejor español en la séptima plaza junto a Stenson, Siem, Aiken y Francesco Molinari con -8 en el total. Con dos golpes más Rafa Cabrera-Bello (71) en el 16º. El sueco queda a la espera de lo que suceda al otro lado del Atlántico con Adam Scott en el Crowne Plaza Invitational, está en juego el cetro mundial.