Lo tocamos de pasada hace unos días cuando les hablamos de la confirmada ausencia de Dustin Johnson de cara a los Juegos Olímpicos que tendrán lugar este verano en Tokio, pero tampoco ahondamos mucho en la cuestión. Se trata de la expansión del coronavirus y los efectos que ésta puede tener en el field que estará presente en Kasumigaseki entre finales del mes de julio y principios de agosto. O, dicho de otro modo, la coartada que pueden tener algunos para, aprovechando la coyuntura, disfrazar su falta de ganas en miedo al virus -como hace cuatro veranos ocurrió con el zika-.
Bien es cierto que, de momento, sólo DJ ha dado por segura su ausencia en el país del sol naciente, pero podría darse el caso de que otros se unan al americano a pesar de que el Comité Olímpico Internacional (COI) se ha “comprometido” a celebrar el evento en sólo unos meses. “Todo seguirá según lo programado. La ceremonia de apertura se celebrará el 24 de julio, aunque la organización estará pendiente de la situación en todo momento”, confirmó hace unas horas Mark Adams, portavoz de la institución.
Unas palabras que no han pasado inadvertidas para muchos jugadores, entre los que se encuentra el número 1 mundial Rory McIlroy. “El coronavirus es un tema recurrente en nuestras charlas y sobre el que procuramos estar al tanto. No obstante, si tanto los organizadores como el COI creen que los Juegos son completamente seguros hay que confiar en ellos”, comentó el norirlandés en la rueda de prensa previa al Arnold Palmer Invitational. “Ellos están en continua comunicación tanto con médicos como con la Organización Mundial de la Salud. Son expertos en este campo, así que hay que confiar en que su juicio es el correcto”, sentenció.
Hasta la fecha en Japón se han detectado 283 casos de personas con coronavirus, entre los que han fallecido seis. Unas cifras mucho menores que las de otras patologías con la que vivimos anualmente y que no hacen sino poner en perspectiva el alcance de esta enfermedad.