Tiempos convulsos se avecinan en el panorama golfístico mundial, tal y como presenciamos hace unos días con la disputa del Arnold Palmer Invitational. Un torneo que otrora daba que hablar por el enorme nivel que atesoraba su field y que, en la edición del presente año, ha salido más a la palestra por el hecho de contar con solo 69 jugadores y por desembocar en el fin de semana en un corte ridículo en el que solo once jugadores hicieron las maletas antes de tiempo.
Lo vivido en Bay Hill no es nada nuevo -y para prueba la LIV Golf League-, pues los campos reducidos posibilitan el hecho de prescindir de maratonianas jornadas de golf y así poner el foco en los encuentros realmente importantes. Una situación que muchos han aprovechado para arrimar el ascua a su sardina. Es el caso de Rory McIlroy, quien compareció ante los medios para comentar las bondades de unos campeonatos con menos jugadores.
“Probablemente sea impopular decirlo, pero yo estoy a favor de que haya menos jugadores en los eventos e incluso menos tarjetas en el PGA Tour”, confesó el ex número uno mundial. “Es una manera de potenciar que los mejores jueguen regularmente. Siento que hay muchas categorías con las que los golfistas se benefician de lo logrado hace cinco o diez años. En el circuito profesional más competitivo del mundo deberías demostrar tu valía año tras año”, argumentó el norirlandés.
Unas explicaciones que han dado mucho que hablar y que ni mucho menos han convencido a todos, pues supondría que muchos golfistas se quedaran sin oportunidades de progresar desde abajo en la gira. “Hay muchos jóvenes que la gente no conoce, que son realmente buenos y que necesitan apoyo para seguir adelante”, comentó Nick Taylor, quien durante muchos años ha transitado por la gira americana con la única intención de renovar los derechos de juego año tras año.
Una línea por la que transitó también Erik van Rooyen: “Nosotros tenemos en un torneo como The PLAYERS 144 jugadores, mientras que en la NBA hay más de 300 entre todos los equipos. En comparación no tenemos tantos y, para más inri, más de la mitad no se llevan ni un solo dólar.
De hecho, la idea de que valemos lo mismo que los jugadores de la Premier me parece alucinante. Jon Rahm me parece un jugador fantástico, pero no vale los ceros que le pusieron en el contrato. No somos ni la NBA ni la NFL. Entiendo que haya un puñado de jugadores realmente famosos, pero el resto tenemos que ganarnos la vida año tras año. Es necesario gozar de oportunidades”, sentenció el sudafricano. La polémica está servida.
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