El norirlandés fue obligado por la USGA a comienzos de semana a cambiar la cabeza de su driver por no cumplir con un parámetro de flexibilidad
Es una práctica que muchos llevan denunciando desde hace unos meses, pero lo cierto es que esta semana ha cobrado especial trascendencia por quién ha sido el protagonista y por la manera de hacerlo. Rory McIlroy, vigente campeón del Masters de Augusta y uno de los deportistas que más tratamiento mediático ha recibido en el último mes en el mundo entero, decidió no hablar con los periodistas tras la disputa de cada una de las cuatro jornadas del PGA Championship.
Una decisión que vino dada, principalmente, por su discreta participación diaria en el torneo. Y es que, después de hacer el corte casi sobre la bocina, entregó dos rondas con 72 golpes durante el fin de semana que llevaron su nombre hasta el Top 47, muy lejos de la parte alta. Todo ello propiciado por unas estadísticas desde el tee que poco tuvieron que ver con las del inicio del año para el norirlandés.
El "efecto trampolín" estuvo detrás de la prohibición del driver a varios jugadores en el PGA Champ.
De hecho, el europeo apenas alcanzó el 46 por ciento de calles desde la salida, lo que terminó teniendo una especial trascendencia en sus números. Y aquí es donde entra en juego su equipo, pues se dio a conocer que Rory se vio obligado a cambiar el driver (TaylorMade Qi10) a escasas horas de comenzar el torneo debido a que este no pasó las pruebas aleatorias realizadas sobre su palo para evitar el “efecto trampolín” -la capacidad de la cara del driver de flexionar al impactar la pelota y luego recuperar su forma-.
Cuando la cara del driver es muy delgada o flexible se genera un rebote adicional que aumenta los parámetros de distancia. Muchas veces esto puede resultar imperceptible para el golfista, pues se llega a esto tras someter al palo a un impacto durante miles de veces, pero tiene su importancia en un campeonato en el que las mínimas diferencias pueden resultar determinantes.
Casualidad o no, desde que le dieron a conocer la noticia, Rory optó por no comentar nada al respecto. Y esta tarea la ha mantenido hasta el final en el segundo Major del curso.
Dreams do come true. pic.twitter.com/6WiHrVIjNl
— Rory McIlroy (@McIlroyRory) April 14, 2025
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