El León de Barrika llegó a situarse en el coliderato tras un gran inicio, pero la falta de aciertos hizo mella en la tarjeta y le impidió pelear el torneo
Lo llevaba luchando durante mucho tiempo, pero no ha sido hasta este domingo cuando Rory McIlroy (67 golpes, -17) ha vuelto al lugar de privilegio del Golf mundial que ya le tocó ocupar hace algún tiempo. El norirlandés, que necesitaba unos resultados muy marcados si quería salir de Carolina del Sur esta misma semana en la cúspide del ranking, logró la victoria sobre la hierba del Congaree GC para situarse con 23 triunfos en la gira más prestigiosa del mundo, lo que junto al escaso Top 45 logrado por Scottie Scheffler (70 golpes, -1) fabricó el cóctel perfecto para contar con nuevo líder en la clasificación.
Ahora bien, no fue todo coser y cantar para el europeo. Ni mucho menos. De hecho, el final de su ronda este domingo estuvo a punto de convertirse en un drama después de que el europeo saliera con dos bogeys del 17 y el 18. Sin embargo, Kurt Kitayama (67 golpes, -16) no aprovechó la oportunidad que le brindó el deportista de Irlanda del Norte y selló un cuatro bajo par que resultó suficiente para sumar el tercer título en lo que va de 2022.
Y eso que durante muchos momentos Jon Rahm (69 golpes, -14) se mostró dispuesto a darle batalla a su compañero de Ryder. Es más, el León de Barrika llegó a ocupar el coliderato del torneo durante varios momentos después de saldar sus cinco primeras banderas con tres birdies sin errores. No obstante, el bogey en el 6, que acompañó con un nuevo acierto en el 12 y otro error en el 14, terminaron por cerrarle la puerta de la victoria y el español tuvo que conformarse con ocupar la cuarta plaza, igualado con Tommy Fleetwood (69 golpes, -14).
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A successful title defense @CJCUPSC ?@McIlroyRory earns his 23rd career win on TOUR. pic.twitter.com/OTsmbXMDtO
— PGA TOUR (@PGATOUR) October 23, 2022
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