Al americano Ryan Moore le faltó suerte en el hoyo 10 del Northern Trust Open. Era un golpe de salida buenísimo de casi 260 metros, pero descubrió lo cruel que es la hierba del Riviera Country Club de California. En lugar de parar cerca del hoyo, como lo habría hecho en cualquier otro campo, la bola de Moore siguió rodando y rodando hasta acabar fuera del green. Al final, finalizó el hoyo con un par.





