A pesar de que, como ya informó el PGA Tour a través de su última guía sobre salud y seguridad, los jugadores no están en la obligación de tener que hacerse un test en sus casas, lo cierto es que sí que es “muy recomendable”. Y es que más allá de temas económicos -ya avisaron desde la gira que quien no lo tuviera hecho y luego diera positivo en el torneo tendría que lidiar con todos los gastos médicos y los de la cuarentena-, con la salud no se juega.
Es por esto que en los últimos días son muchos los jugadores y los caddies que han solicitado al circuito este kit para quedarse tranquilos y así viajar a Fort Worth con todas las garantías de poder disputar el torneo. Es más, hay hasta quien ha grabado qué es lo que contienen estas cajas que permiten con un examen de saliva saber en tan sólo 48 horas si una persona está infectada. Es el caso de Kyle Peters, caddie de Corey Conners, que hace unos días hizo público un vídeo en el que se le podía ver examinando todos los componentes del kit en cuestión.
“Una hoja de instrucciones doblada, un pequeño artículo en un paquete transparente que no sé para qué sirve, una toallita con alcohol, una pequeña bolsa naranja con una etiqueta de peligro en la que creo que tengo que poner los resultados… Y poco más. Todo ello en una bolsa de FedEx con envío prepagado”, comentó en un principio, antes de llamar por Zoom a un médico de Vault Health para que le explicara cómo tomarse la muestra. Tras esto, publicó la segunda parte del vídeo.
“Ya está todo. Agradezco que la recogida de la prueba haya sido así, porque me han contado que la otra manera es meterte un palo por la nariz que te llega hasta el cerebro casi. Ha durado unos cinco minutos. Sentía que estaba un poco deshidratado, pero nada más”, sentenció. Una prueba que, tal y como publicó un par de días después, dio el esperado negativo.