El Golf es un deporte de sensaciones y, por qué no decirlo, de muchas manías. Cada uno tiene las suyas y las maneja como mejor puede. Porque si algo ha funcionado bien en otras ocasiones, ¿para qué tocarlo? Esto ha debido pensar el australiano Adam Scott, que después de sudar lo indecible para clasificarse para Shinnecock Hills -tuvo que conseguir su invitación en uno de los eventos clasificatorios de hace diez días- ha optado por hacer cambios significativos en su staff para intentar llevar a buen puerto la segunda gran cita del curso.
Y es que el aussie ha optado por terminar de raíz la relación con David Clark, quien llevaba su bolsa el último año y medio, y darle de nuevo la oportunidad a Lenny Bummolo, una persona con la que ya trabajó en el pasado y que conoce a la perfección las claves del complejo neoyorquino. ¿Por qué ha tomado la decisión con tan pocos días de antelación? Se preguntarán algunos. La respuesta es bastante simple y responde exclusivamente a criterios que tienen que ver con el campo, como el propio jugador ha llegado a afirmar.
Después de todo, fue con él con quien batió el récord del complejo durante una ronda de entrenamiento durante el año 2013, estableciendo un nada desmerecedor 63. Además, Bummolo ha acompañado al australiano en varias ocasiones durante los últimos cinco años en este mismo terreno, con lo que no es un absoluto desconocido.
“Lenny ha estado aquí muchísimo tiempo. Conoce el campo muy bien y también los greenes”, afirmó Scott ante las preguntas de los periodistas. “Pienso que tenerle a mi lado esta semana es un valor añadido. Él va a acertar más veces que yo y es importante que esté cerca. En cuanto a la decisión de despedir a David hay poco que añadir. Una relación caddie-jugador es muy intensa. Es una cuestión de amor y odio. Hemos tenido grandes momentos juntos, pero a veces tengo que tomar decisiones egoístas”, sentenció.