Tres continúan, cinco se marchan a casa de vacío. Este es el resumen de la actuación de la Armada en el ecuador del Rocco Forte Open siciliano que, a pesar de solo contar con un Top 100 en el campo, se está convirtiendo en una dura prueba para todos los jugadores debido a las duras condiciones climatológicas que hemos podido vivir durante el turno de tarde -y que se espera que sigan durante buena parte del sábado-. Fuertes rachas de viento que han provocado que apenas se hayan podido ver grandes resultados sobre el Verdura GC.
Ni siquiera Scott Fernández (73 golpes, -2), una de nuestras grandes apuestas para esta semana. El granadino no ha podido hacer valer el tercer lugar del podio que cosechó en los primeros 18 hoyos y se ha marchado a Casa Club con un +2 en su cartulina y un T15 a pesar de haber ocupado durante la mayor parte del día un lugar en el Top 10. Y es que antes de jugar el 15 el andaluz marchaba con dos birdies y un bogey en su segunda jornada, unos resultados que emborronó con el bogey del 15 y el doblebogey del 16.
Así pues, se aleja a siete golpes del francés Julien Guerrier (65 golpes, -9) y del danés Lucas Bjerregaard (68 golpes, -9), los dos líderes que aventajan en un impacto a los ingleses Brown (66 golpes, -8) y Evans (69 golpes, -8). Por detrás de Scott aparecen en el T28 tanto Emilio Cuartero (68 golpes, Par) como Pep Anglés (70 golpes, Par), los otros dos españoles que serán de la partida durante el fin de semana.
No pueden decir lo mismo Pedro Oriol (74 golpes, +4) -un trágico final con un doblebogey y un bogey en los cuatro últimos hoyos le privó de hacer el corte-, Sebas García (69 golpes, +5), Eduardo de la Riva (73 golpes, +6), Álvaro Quirós (70 golpes, +7) y Carlos del Moral (74 golpes, +11), quienes se marchan de la isla italiana con las manos vacías.
Al contrario de lo que está ocurriendo en el Open de Portugal del Challenge Tour, donde Adriá Arnaus continúa con paso firme hacia su primera victoria como profesional después de mantener el liderato en el país vecino contra viento y marea. Ahora bien, la distancia que le separa en estos momentos de sus perseguidores es de tan solo un golpe y lo tendrá que hacer muy bien para no perderle la cara al evento.