Después de dos triunfos en sus tres últimos torneos disputados -acumula, además, otros dos subcampeonatos si el cómputo lo hacemos de los últimos ocho-, Scottie Scheffler comienza a dar síntomas de aquel jugador que prometía ser cuando defendía los colores universitarios de la Universidad de Texas -y que le llevó, por otro lado, a ser partícipe de la Walker Cup de 2017-. Scheffler empieza a ganar enteros en las apuestas cuando su nombre aparece entre los integrantes del field y su estatus empieza a parecerse al de algunas estrellas de la gira.
No en vano, en estos momentos ocupa el número cinco del planeta, a menos de cinco décimas del podio mundial. Si a esto le sumamos que hasta hace unos días era un jugador “libre” a efectos de patrocinadores, nos hacemos una idea del bombardeo de propuestas que ha recibido últimamente. Eso sí, solo una marca se ha conseguido alzar con el preciado botín. Esta no es otra que TaylorMade, que a partir de ahora será su patrocinador.
Además del driver Stealth Plus+ y los hierros que empleó para la conquista del Arnold Palmer Invitational, la compañía ha confirmado que el norteamericano lucirá una bolsa con el logo de la firma y en próximas fechas pasará a usar una madera de calle. Un flirteo el de la marca californiana que viene de lejos, pues fue tras la Ryder Cup cuando empleados de TaylorMade viajaron hasta Texas para que Scheffler probara su material. Pruebas que le permitieron al jugador comprobar cómo, según la compañía, aumentaba la velocidad de bola con respecto a lo que estaba haciendo con su anterior driver.
De esta manera, el deportista de 25 años se une a otros ilustres de este deporte como Rory McIlroy, Dustin Johnson, Collin Morikawa, Matthew Wolff o Tiger Woods.
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