Comentábamos hace un par de semanas que Rory McIlroy necesitaba dos triunfos en el BMW PGA Championship y en el Open de Italia si quería acabar de una vez por todas con la tiranía de Scottie Scheffler en el número 1 del mundo y volver a ocupar su lugar en esta plaza. Sin embargo, y pese a los intentos del norirlandés desde que salió campeón del Tour Championship de East Lake, al deportista del viejo continente se le han quedado escasos el segundo y el cuarto escalón que logró, respectivamente, en Alemania y en el país transalpino.
Así pues -y pese a que el gurú del ranking mundial, Nosferatu, ha confirmado que con el anterior formato de clasificación Rory podría volver al número 1 este próximo lunes-, esa situación tardaremos tiempo en contemplarla debido al descanso que se tomará de cara a próximas fechas el vigente campeón de la FedEx Cup. En estos momentos, la distancia que lo separa del norteamericano es de apenas siete décimas, una diferencia que se va a ir haciendo más pronunciada semana tras semana con respecto a un Cam Smith que sigue conservando el último lugar del podio.
Jon Rahm, que ha iniciado ya su período de descanso, continúa en el sexto escalón de la tabla y tiene a Xander Schauffele a algo menos de siete centésimas. Todo ello en una semana en la que el resto de integrantes del Top 100 que representan a la Armada no ha mejorado ni un ápice sus prestaciones. Mientras que Pablo Larrazábal y Adri Arnaus se sitúan en el T70 y T71, Sergio García se instala en el Top 77 a la espera del pronunciamiento del OWGR sobre si otorga o no puntos al LIV.
En la segunda página del ranking, Adrián Otaegui gana un puesto hasta situarse en el T149 y Santiago Tarrío gana ocho para quedarse en el T199 y volverse a situar como uno de los mejores doscientos jugadores del planeta.