Lo de las gradas estadounidenses en los eventos internacionales con los jugadores del equipo rival comienza a ser una broma de mal gusto. Tuvimos el “honor” de sufrirlo en nuestras carnes con motivo de la última Ryder Cup disputada en Hazeltine –y si no que se lo pregunten a Rory McIlroy, Sergio García y Thomas Pieters– y hace varios días fue el bando internacional el que pudo “gozar” con los abucheos, las faltas e incluso los insultos.
Ha tenido que ser Audrey Leishman –mujer del golfista australiano Marc Leishman– la que ha destapado el caso a través de una entrada de su blog personal titulada Este no es el Tour que conozco, en la que hace un balance de lo ocurrido la pasada semana en el Liberty National, criticando con dureza la actuación de una parte de los aficionados locales y llamando a la mesura de cara a futuras citas.
El post comienza con una cita de una entrevista concedida por Daniel Berger a Sky Sports tras el tercer día de competición. En esta, el estadounidense llamaba a “aplastar tanto como se pueda” a los rivales, lo que Leishman interpretó como una “maldad que va mucho más allá de un comportamiento saludable”.
“Hubo muchos momentos durante la semana pasada que pensé en todos los niños que estarían viendo la televisión en ese momento. Los fans abucheaban los buenos tiros del bando internacional y gritaban sus fallos en los greenes. Muchos comenzaban a beber a las 7 de la mañana. Mendigaban por un autógrafo de Ernie Els, pero después gritaban a sus jugadores. Agradezco que mis hijos no estuvieran allí para ver la forma en la que la gente trataba a su papá, su héroe”, comentó, para acto seguido mostrar una prueba fehaciente de sus palabras.
Se trata de un vídeo en el que se puede ver a Adam Hadwin efectuando su salida por el tee del 1 mientras un seguidor le grita por detrás “tírala al agua” en cuanto el jugador golpea la bola.
“El Golf es un deporte de caballeros, pero la semana pasada no fue el que conozco. De hecho, durante la ceremonia de apertura estaba disfrutando de los cánticos de los Fanatics –el grupo de aficionados que van por las Presidents apoyando al bando internacional- cuando escuché a un tipo gritarles que hablaran en inglés. Primero, qué cosa más horrible e ignorante. Segundo, estaban hablando en inglés. Y tercero, la mitad del equipo internacional es bilingüe”, señaló la mujer del deportista, que no quiso perder la oportunidad para engrandecer la imagen de su equipo pese al resultado.
“El domingo por la tarde, cuando Estados Unidos ganó, la multitud se calmó. De repente les volvían a gustar nuestros chicos y comenzaron a pedirles autógrafos y fotos. ¿Y qué hicieron ellos? Firmar y sonreír. Ya en el green del 14, durante la ceremonia de clausura, aplaudieron al equipo rival. Porque eso es el Golf. Eso es lo que es la deportividad”, sentenció.