Con más de una docena de torneos en el calendario regular del PGA Tour dotados con 20 millones, o más, de dólares. Los casi 70 entre los cuatro Grandes y los 14 eventos de la LIV Golf League en los que se reparten 25 millones en cada uno de ellos, algunos se preguntarán cuanto asigna la Ryder Cup entre los 24 jugadores que toman parte, aparte capitanes y ayudantes, si esta es la competición golfística más importante del planeta.
Pues la respuesta es clara y corta; nada. La Ryder Cup no reparte ni un solo dólar a pesar de que jugadores como Patrick Cantlay se empeñe en que los jugadores deben de cobrar por jugar un torneo que lo que si reparte es honor y gloria. Y eso lo reivindica un jugador que a lo largo de su carrera en el PGA Tour acumula la nada despreciable cifra de 42.338.926 de dólares, solo en premios, y para ello decidió jugar la Ryder Cup sin gorra, revelándose contra las normas. Unas normas a las que se puede renunciar no participando si uno no lo desea o no está de acuerdo con ellas.
Eso sí, los jugadores que llegan a la Ryder Cup son tratados como si de reyes se trataran. En el caso de Roma sirva de ejemplo el cierre para que todos pudieran posar y hacerse fotos de la plaza de España junto a sus esposas, lugar en el que miles de turistas se concentran asiduamente, o la cena de gala previa al torneo en la que fueron los protagonistas ante más de mil invitados en las Termas de Caracalla entre los que se encontraban ministros y deportistas como Novak Djokovic, Gareth Bale y Carlos Sainz, además de otras personalidades y VIP’s.
En definitiva, muchos jugadores pagarían por estar esta semana jugando la Ryder Cup como dijo Jon Rahm en su momento o Sergio García, quién hizo un último intento por ser elegible para estar en Roma ofreciendo una importante cantidad de dinero.
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— Ryder Cup Europe (@RyderCupEurope) September 29, 2023