Definitivamente no será este el WGC del que mejor recuerdo nos quede pasados los años. Y es que, a pesar de la ilusión con la que arrancamos el jueves, lo cierto es que la actuación de los tres españoles sobre la hierba del TPC Southwind no está siendo la mejor. El único que se libra es Sergio García (68 golpes, -4), quien ha vuelto a entregar una cartulina bajo par -de momento ha sido el único español en conseguirlo en las tres rondas disputadas hasta el momento- para seguir manteniendo a tiro el Top 10 -le siguen separando dos golpes– desde el Top 22.
Y el castellonense todavía pudo acabar mucho mejor un día que empezó con cuatro birdies sin errores en las siete primeras banderas. Sin embargo, un dolorosísimo triplebogey en el 11 -su único fallo en todo el sábado- le impidió haberse situado con posibilidades reales de luchar por el podio del evento. De este modo, el deportista de Borriol se coloca a ocho golpes de un Brendon Todd (69 golpes, -12) que mantiene el pulso con Byeong Hun An (66 golpes, -11) y Rickie Fowler (69 golpes, -10) en lo más alto.
En el caso de Jon Rahm (71 golpes, +5), el vizcaíno sigue sin carburar en el torneo. Sobre todo por culpa de una segunda parte de recorrido en la que cometió todos los errores que había evitado hacer en los nueve primeros hoyos. El vasco, que empezó con un bogey en el 10 -su primer hoyo- solucionó rápidamente el entuerto con un acierto en el 12, pero tras el cruce la cosa cambio. A partir de aquí aciertos y errores se sucedieron –cuatro bogeys y tres birdies– para colocar finalmente el +1 en su cartulina y seguir descendiendo plazas hasta el T67.
Una posición desde la que sigue teniendo una vista privilegiada de todo lo que hace Rafa Cabrera Bello (76 golpes, +13), que está teniendo muy probablemente la actuación más floja de su carrera en un evento del PGA Tour. El grancanario se anotó un birdie, tres bogeys y dos doblebogeys para apuntarse el +6 el sábado y así marcharse a la última posición del campeonato con un esclarecedor +13.