Sergio García ya ha cambiado las botas de fútbol por los zapatos de golf. El jueves debuta en el PGA Tour, en el Northern Trust Open del Riviera Country Club (California), con la satisfacción interior de haber conseguido, el domingo pasado, su primer gol con la camiseta del Borriol, el equipo de Tercera división que capitanea, que preside y con el que el centrocampista zurdo, golfista de profesión, disfruta con el dorsal 22 a la espalda.
García marcó al filo del descanso y celebró con sus características sonrisas el mágico momento. Si el castellonense demostró inspiración frente a la portería, mejor aún acude como golfista a los Estados Unidos. Su “swing” está ajustado, listo para su primera etapa norteamericana después de sus buenas sensaciones en Abu Dabi (duodécimo) y Catar (quinto).
No sabemos en OpenGolf cuántas vueltas habrán dado en su cabeza los momentos de aquél remate al fondo de la portería. Sí conocemos, por el contrario, las ganas de García, de 32 años, por comenzar con fuerza otra temporada –y van trece- en el mejor circuito de golf del mundo.
El debut de Sergio coincide con otros estrenos en la L edición de este torneo en Riviera: el inglés Luke Donald, el mejor golfista del momento, también se despereza para no ceder ante la competencia circundante por sustraerle el dorsal número uno mundial.
Asimismo, el australiano Jason Day (séptimo del ránking) y el australiano Adam Scott (octavo) ponen en marcha sus motores para una temporada cargada de alicientes, más aún después de ver lo que le hizo Phil Mickelson -repite en Riviera-a Tiger Woosd en Pebble Beach.